El embajador palestino ante la ONU ha aseverado que la parálisis del Consejo de Seguridad ante los vetos de Estados Unidos le está costando la vida a los gazatíes.
Riad Mansur imploró el jueves al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) que condene el bombardeo de Israel contra una congregación de personas que esperaba recibir comida en la ciudad de Gaza, (en el norte del enclave palestino). El ataque dejó más de 100 muertos y más de 700 heridos.
“Esta atroz masacre es testimonio de que mientras el Consejo de Seguridad esté paralizado y vetado, le está costando la vida al pueblo palestino”, remarcó el diplomático palestino a los periodistas previo a una reunión de emergencia a puerta cerrada del organismo, que se produjo a petición de Argelia.
El representante palestino ante la ONU dijo que si el Consejo de Seguridad tiene “agallas y determinación para poner fin a que estas masacres se repitan, lo que necesitamos es un alto el fuego”.
Tras la reunión, Mansur dijo que 14 de los 15 miembros del CSNU respaldaron la declaración contra el ataque israelí. “Los disparos no fueron al aire para contener a la gente, de haber confusión y caos. Fue apuntar y matar intencionadamente”, ha denunciado e indicado que decenas de las víctimas “tienen balas en la cabeza”.
Estados Unidos, como uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de 15 miembros, además de ser el principal aliado de Israel, utilizó su derecho de veto en tres ocasiones para evitar que se realicen llamados a un alto el fuego inmediato en Palestina.
El bombardeo israelí provocó una ola de condenas a nivel mundial. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, condenó a las fuerzas israelíes por abrir fuego contra palestinos hambrientos que esperaban ayuda humanitaria al sur de la ciudad de Gaza.
La masacre del jueves se sumó a una cifra de muertos palestinos que, según el Ministerio de Salud de Gaza, superó los 30 000, principalmente mujeres y niños.
