En casi todas las provincias durante este año electoral, se ha observado una tendencia preocupante: el bajo nivel de participación ciudadana en las elecciones.
Un ejemplo reciente de ello fue el proceso electoral en la provincia patagónica de Chubut, donde el candidato opositor Ignacio Torres se impuso en unos comicios marcados por una participación del 69% del padrón, una cifra menor que la registrada en las elecciones de 2019, que alcanzó el 73%.
Desafortunadamente, esta tendencia a la baja en la participación electoral se repitió en 15 de las 17 provincias que eligieron gobernador en 2023. En ocho de esas provincias, la participación no superó el 70% del padrón, y dos de los distritos más importantes del país, Santa Fe y la ciudad de Córdoba, tuvieron un nivel de participación del 60%.
Analistas coinciden en que el hartazgo de la sociedad con la política y la falta de entusiasmo hacia las opciones electorales son factores que desmotivan a los ciudadanos a acudir a las urnas.
Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit, sostiene que la baja expectativa hacia los candidatos y la percepción de que no hay propuestas novedosas pueden ser determinantes en esta situación.
Además, el voto en blanco ha mostrado un crecimiento significativo, llegando a alcanzar el 10.49% a nivel provincial en Chubut. Esto sugiere que algunos ciudadanos optan por esta opción como expresión de descontento y rechazo hacia los candidatos presentados.
La situación no es exclusiva de las elecciones provinciales; también se ha observado una tendencia a la baja en las PASO nacionales desde que se instauraron en 2011, alcanzando su punto más bajo en 2021, con solo el 67% de votantes participando.
Entre los factores que influyen en el bajo nivel de participación, se destaca la intensidad del calendario electoral, que incluye múltiples comicios durante el año, lo que puede llevar a que los ciudadanos elijan priorizar ciertas elecciones sobre otras.
Otro aspecto importante es el escaso castigo por no asistir a votar, con una multa de apenas 50 pesos para las próximas PASO. Esto ha llevado a que muchas personas opten por no votar sin mayores consecuencias, lo que preocupa a la justicia electoral y genera la necesidad de analizar medidas que incentiven la participación ciudadana en las próximas elecciones generales.
El nivel de ausentismo preocupa a todos los partidos políticos, especialmente al peronismo, que teme que en las PASO no se obtenga el resultado esperado y que una derrota impacte directamente en la política económica. El ausentismo electoral siempre ha sido una complicación para el oficialismo, ya que los votantes más movilizados son aquellos que desean un cambio de gobierno.
En este contexto, varios dirigentes, como Sergio Massa, han reforzado la importancia de las elecciones del 13 de agosto y han instado a los ciudadanos a acudir a las urnas ese día sin especular sobre lo que sucederá en octubre.
Ante esta tendencia a la baja en la participación electoral, es fundamental que la sociedad y los líderes políticos reflexionen sobre cómo fortalecer el sistema democrático y promover una mayor participación ciudadana en el proceso electoral. La democracia se construye con la participación activa de todos los ciudadanos, y es tarea de todos proteger y fortalecer este pilar fundamental de nuestra sociedad.
